Ermita de Verdiales de Málaga: Fiesta y Celebración de la primavera

 

Los Verdiales de Málaga vive cada año uno de sus momentos más auténticos, justo cuando empieza la Semana Santa:  en el Domingo de Ramos.

Cuando uno piensa en procesiones y semana santa, suele pensar en bandas de cornetas y tambores desfilando de madrugada, tronos de gran tamaño que portan a los titulares de las cofradías, saetas, mantillas, trajes de luto y duelo.  

En Málaga, a escasos kilómetros de la ciudad ,  encontramos una procesión de características muy diferentes. No la verás anunciada en carteles porque es una actividad en cierto modo privada y pública a la vez,  en la que no hay espectadores sino asistentes y su única publicidad es el boca a boca.

virgen de los dolores
La Virgen de los Dolores en la Ermita de Verdiales, momentos después de ser sacada en procesión

La procesión no necesita de mayor organización porque es un homenaje íntimo a la patrona de los verdiales de Málaga, la Virgen de los Dolores, a la que, tras una misa, se sacará a hombros para recorrer el camino en torno a su ermita mientras suenan, una contra otra, las pandas y su música –“la fiesta”-, el sonido profundo de un territorio que nunca deja de sorprender a quien lo escucha por primera vez.

Ermita: Preparando la Fiesta
Preparativos a primera hora de la mañana en la Ermita de Verdiales

VERDIALES DE MÁLAGA ESTILO MONTES

La Fiesta  -la fiesta de verdiales de Málaga- es la celebración de los hombres y mujeres que durante siglos vivieron -y aún viven- en los partidos rurales que rodean la ciudad de Málaga. Al acabar las labores en el campo los fiesteros se juntaban en un cortijo cercano; allí comerán y beberán hasta altas horas de la madrugada mientras disfrutan de su música y sus bailes.

Estas fiestas de verdiales se siguen celebrando en cortijos y caseríos, aunque a lo largo del año hay también numerosos eventos públicos donde encontrarse con las pandas de verdiales y poder disfrutar de su música, sea en las ventas, en fiestas benéficas o en festivales para el gran público como el de Benagalbón o la Fiesta Mayor, que reúne a todas las Pandas el 28 de diciembre a las afueras de Málaga. Y junto a ellos, las romerías y celebraciones en las ermitas, como la que hoy nos ocupa.  

LA ERMITA, LUGAR PRINCIPAL EN LOS VERDIALES DE MÁLAGA

El edificio principal de la Ermita de Verdiales con su característico tejado a dos aguas se construyó en los inicios del siglo XVIII . Está situada al pie del antiguo camino de herradura que llevaba de Málaga a Antequera antes de que se crearan los Caminos Reales; un camino que hoy en día forma parte de un recorrido que enamora a ciclistas y senderistas a pesar de la dureza de algunos de sus tramos, y en el que también podemos encontrar alojamiento en antiguos cortijos rehabilitados.

La Ermita es un lugar principal de la Fiesta: su mantenimiento llevó a los fiesteros a juntarse en pandas con las que obtener dádivas para costear esos gastos. Este altruismo  sigue presente en nuestros días en numerosas actividades que organizan; en la Ermita también se celebraban los choques (encuentros) de pandas, origen de la Fiesta Mayor. Hoy en día, una Asociación de Amigos de la Ermita cuida que no se pierda la tradición, a la vez que se ocupa del mantenimiento del edificio.  

Momento Intenso
Momento intenso de la Fiesta de Verdiales, con la Panda Jotrón y Lomillas

UN DÍA PARA EL DISFRUTE DE TODA LA COMUNIDAD

El día de la Virgen de los Dolores reúne a centenares de personas que celebran la primavera con un día de campo abierto al disfrute de todos y en el que no caben los formalismos. Hay una barra que ofrece bebida y comida a precios populares, y en la que no faltan los tradicionales platos de los montes como el lomo en manteca; también la sección en Málaga de la Asociación de Paelleros sin Fronteras suele hacer un magnífico arroz para el que hace falta inscribirse en una lista al efecto.

En los corros siempre se puede acercar alguien que ofrece alguna papeletas para las distintas rifas (generalmente de carácter benéfico) que tendrán lugar durante la jornada, y entre las que no faltará la del sombrero de cintas de colores, símbolo de la Fiesta. El «Día de la Ermita» es un largo día de encuentros: maestros de antiguos oficios del mundo rural codo con codo con los fiesteros más jovenes, y cómo no, la oportunidad de conocer a los más veteranos, la memoria viva de la fiesta y de su territorio.

Tejado a dos aguas de la Ermita
El bello tejado a dos aguas de la Ermita de Verdiales es reconocible desde muchos kilómetros de distancia

LA FIESTA: ESCUCHAR Y ESCUCHARSE

La celebración de la Ermita de Verdiales es un día para hablar, para escuchar y para escucharse. Una charla animada con los componentes de una Panda se puede interrumpir porque el alcalde llama amablemente a sus fiesteros: todos ellos, reunidos de nuevo en corro cerrado, volverán a hacer sonar esta música del Mediterráneo antiguo, cuyos orígenes se pierden en el tiempo. Una música que pronto esperamos ver incluida en el listado del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.  

J.G.R.D

[Escrito originalmente en 2014, fotografías 2013-2016]

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